Party time en Carrefour
Eso mismo hago yo, pero sin cantar.
Etiquetas: cosas mías, música
Eso mismo hago yo, pero sin cantar.
Etiquetas: cosas mías, música
Etiquetas: cosas mías, Internet, moda
¿No les parecen muy kawaii? Y la exposición cumplía lo que prometían.
Al decir ‘propaganda comunista’, uno piensa en los típicos carteles soviéticos. Es verdad, había algunas obras de temática bélica, trazos rudos y exaltación del comunismo. La única que tengo un poco de este estilo es esta, porque le gustó a Nikochan:
Un poco como en Tintin. Objetivo: la Luna pero con Lenin flotando junto a las estrellas.
El resto de carteles expresan pautas para la recuperación del país a través de la agricultura y la ganadería y tienen una estética mucho más colorista y naïf (porque se dirigen a un público femenino, imagino).
Me gusta especialmente cómo combinan los trazos gruesos con pequeñas pinceladas que perfilan los detalles del dibujo. Como esta lámina, que representa una gran extensión de campo con un canal que lo atraviesa. Si se fijan bien, las verduritas están dibujadas una a una para dar realismo a la pintura.
Lo curioso es que estos 45 carteles que se muestran hasta el 16 de diciembre (una pequeña representación de los más de 500 que atesora el Museo de Bellas Artes de Hanoi) han sido elaborados por 40 artistas diferentes. De hecho, la creación de estas obras revolucionarias atraía tanto a profesionales como a aficionados que simplemente querían plasmar su experiencia o expresar su solidaridad con el pueblo vietnamita. El arte del cartel en Vietnam está estrechamente ligado a la lucha, la reivindicación y, en definitiva, la propaganda. La situación histórica del país durante la segunda mitad del siglo XX favoreció el desarrollo del arte gráfico.
En Barcelona sólo hay un Vips (que yo sepa) en Rambla Cataluña tocando a la Plaza. Recuerdo que a veces entraba para chafardear lo que tenían en la tienda. No por los libros y discos, sino por los juguetes y gadgets y, sobre todo, por la comida. Para que se hagan una idea: una tienda Vips es como los dutty free del aeropuerto con Toblerones gigantes, aceite de oliva enlatado y demás cosas que no suelen encontrarse en un supermercado normal. En una de esas visitas, vi que tenían bolsas llenas de esos algodones blancos que los americanos pinchan con un palo para tostar en la hoguera cuando se van de acampada. Bueno, al menos eso es lo que hacen en las películas. El caso es que acabo de dar con esta foto y he recordado la anécdota.
Se trata de una composición de Terry Border, que se dedica a crear pequeñas esculturas con alambre y objetos cotidianos y a fotografiarlas en situaciones curiosas que, después, cuelga en su blog.
Tendría que haber comprado una bolsita de esas. Ahora no dejo de preguntarme qué deben de ser esos algodoncitos blancos, a qué saben y por qué hay que pincharlos con un palo. Pero es que no suelo ir de acampada, ¿saben?
Etiquetas: arte, cosas mías, diseño, fotografía, gastronomía, gente
Etiquetas: arte, fotografía, gente
Hacía tiempo que no les deleitaba el oído con una entrega de la sección musical de Cosa Fina. Aunque no hacía tanto como para recular a los 80, pero se me ha antojado. Así que ya saben, prepárense para música house, sintetizadores y demás. Les presento a Technotronic, un grupo belga formado en 1988 por el productor Jo Bogaert (bajo el seudónimo de Thomas De Quincey) y la vocalista Ya Kid K (Manuela Kamosi). Aunque, probablemente, ya los conocerán porque su single Pump Up the Jam sonó en todo el mundo.
Le siguió Pump Up the Jam: The album (1989) que les reseño aquí como una pequeña joya de la música de los 80 que, como toda producción de la época, no puede escucharse más de media hora seguida. Pero qué media hora, señores. Si logran escuchar esta canción sin mover un ápice su esqueleto, es que son ustedes de piedra.
¿Se han fijado en la gorra de la cantante? Si es que en los 80 ni Louis Vuitton se salvaba de la condena del horterismo.
Etiquetas: cosas mías, música
De Astro Boy a Naruto.
A lo largo de 8 páginas ilustradas en blanco y negro, una colegiala nos explica cómo el Manga conquistó América. Pueden ver la historieta completa aquí. Si no se les da bien leer del revés, visiten las FAQs, tienen datos muy interesantes.
Este anuncio de barritas de avena con sabor frutal aparece en Serenity, la película que Joss Whedon creó como desenlace para la serie Firefly, cuya emisión fue cancelada por la cadena FOX. En él se esconde un mensaje subliminal que activa la furia de River, uno de los miembros de la tripulación de la nave Serenity con cuya mente experimentaron los científicos de la Alianza. Reproduciendo el anuncio, quiero hipnotizarles y obligarles a hacer algo, así que continúen leyendo.
Esta semana se ha sabido que Whedon ha llegado a un acuerdo con la cadena FOX para crear una nueva serie llamada Dollhouse. Eliza Dushku encarnará a Echo, la protagonista.
Eliza Dushku, más conocida como Faith (Buffy/Angel) y Tru (Tru Calling, otra gran serie que fue cancelada).
Echo es miembro de un grupo de hombres y mujeres al que pueden incorporarse distintas personalidades (incluyendo recuerdos, habilidades y lenguas) para llevar a cabo misiones de todo tipo (desde políticas hasta sexuales). Cuando no están de servicio, Echo y sus compañeros pierden la memoria y actúan como niños recluidos en una habitación-laboratorio llamada “Dollhouse”. Sin embargo, la consciencia de Echo empezará a despertar y querrá saber quién es en realidad, un deseo que interferirá en sus misiones poniéndola en peligro tanto en su trabajo de campo como ante los científicos de la Dollhouse.
Whedon tiene el compromiso de la FOX para, al menos, siete capítulos. Sin embargo, los fans no se fían ni un pelo, así que ya han lanzado una petición para que no se cancele la serie. Una petición que ya se puede firmar. Una petición que ustedes deben firmar. Salven Dollhouse, salven el mundo.
Por cierto, ¿no les parecen las 3 chicas “Fruity Oaty Bar” una versión hindú de las Tanga girls y/o de las Supernenas?
Etiquetas: cine, dibujos, gente, televisión
¿Han pensado alguna vez lo que dirían si se encontraran con un zombie? Pues es hora de hacerlo, ¿no creen? Aunque, según Giles, en la noche de Halloween nunca ocurre nada (pero siempre se equivoca).
El artista neoyorquino Paul Notzold ha llevado a cabo una curiosa iniciativa consistente en proyectar 500 frames de La noche de los muertos vivientes de George A. Romero, de los cuales 170 admitían diálogo a través de SMS enviados por el público, una técnica que ya ha usado en otras ocasiones.